1. Valle de Ordesa (Huesca)
Ubicada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, esta ruta de 17 kilómetros en los Pirineos es un espectáculo visual. Los senderistas disfrutarán de cascadas, bosques y vistas a montañas majestuosas. En otoño, los colores ocres y dorados del valle crean un paisaje inolvidable. Es una ruta de dificultad media-alta, ideal para caminantes con experiencia.
2. Hoces del Duratón (Segovia)
El Parque Natural de las Hoces del Duratón ofrece un recorrido de 20 kilómetros a través de impresionantes cañones esculpidos por el río Duratón. Puntos como la ermita de San Frutos combinan historia y naturaleza. En otoño, el contraste entre el follaje y las paredes calizas es especialmente llamativo, haciendo de esta ruta una experiencia única.
3. Caminito del Rey (Málaga)
Este sendero de 7,7 kilómetros, conocido por sus pasarelas suspendidas en el desfiladero de los Gaitanes, combina emoción y paisajes espectaculares. En otoño, las temperaturas más frescas hacen que la caminata sea más cómoda. Debido a su popularidad, es recomendable reservar entradas con antelación.
4. Caldera de Taburiente (La Palma, Canarias)
En el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, esta ruta circular de 16 kilómetros atraviesa paisajes volcánicos y bosques frondosos. El otoño es ideal para evitar el calor estival y las lluvias invernales, permitiendo disfrutar de un entorno natural vibrante y lleno de vida.
5. Ruta del Flysch (Guipúzcoa)
Este recorrido de 10 kilómetros entre Zumaia y Deba, en la costa vasca, destaca por su riqueza geológica y vistas al mar Cantábrico. En otoño, los senderos están menos concurridos, y los contrastes entre el mar y la tierra son especialmente hermosos, ideales para los amantes de la naturaleza y la geología.
6. Ruta de las Xanas (Asturias)
Con 8 kilómetros, esta ruta recorre un desfiladero de gran belleza, conocido como la "hermana pequeña" de la Ruta del Cares. En otoño, los colores del bosque y el ambiente fresco hacen que esta caminata sea especialmente agradable, perfecta para quienes buscan un recorrido más corto pero impactante.
7. Montseny (Cataluña)
El Parque Natural del Montseny es un destino muy popular en Cataluña. En otoño, los bosques de hayas y castaños se transforman en un espectáculo de colores. La ascensión al Turó de l’Home, de 14 kilómetros, es una de las rutas más destacadas, con vistas panorámicas desde la cima más alta del parque (1.706 metros).
8. Cañón del Río Lobos (Soria y Burgos)
Este sendero de 25 kilómetros atraviesa un cañón kárstico rodeado de acantilados y bosques. Lugares como la ermita templaria de San Bartolomé y la rica fauna añaden interés a la ruta. En otoño, los tonos cálidos del paisaje hacen que la caminata sea aún más especial.
9. Ruta del Cares (Asturias y León)
Conocida como una de las rutas más emblemáticas de España, este sendero de 12 kilómetros en los Picos de Europa conecta Caín (León) con Poncebos (Asturias). Las vistas de gargantas y desfiladeros son impresionantes, y el otoño ofrece un clima ideal y un paisaje colorido, accesible para todos los niveles.
10. Senda del Oso (Asturias)
Esta ruta de 30 kilómetros, dividida en tramos, es perfecta para familias. Recorre antiguas vías ferroviarias, túneles y paisajes de montaña. En otoño, los bosques de hoja caduca se cubren de tonos rojizos y dorados, creando un entorno mágico para los senderistas.
Estas rutas permiten descubrir la diversidad natural y cultural de España, aprovechando la magia del otoño para disfrutar de caminatas inolvidables.