Visitar Costa Rica es adentrarse en un edén natural repleto de vida, paisajes que quitan el aliento y momentos que se quedan grabados para siempre. Este pequeño rincón de Centroamérica es famoso por sus densas selvas, costas de ensueño y volcanes que aún laten con energía.
Si te apasiona la naturaleza o buscas emociones fuertes, este destino parece diseñado para ti. Desde caminatas por reservas naturales hasta descansar en fuentes termales o deslizarte por las olas del Pacífico, las posibilidades son infinitas. Además, Costa Rica es pionera en ecoturismo, permitiéndote disfrutar de su riqueza natural mientras apoyas la conservación de sus ecosistemas.
Sin más preámbulo, aquí van los destinos que no puedes pasar por alto en Costa Rica...
1. Parque Nacional Manuel Antonio
En este icónico parque, la selva se funde con playas de arena blanca, creando un escenario digno de postal. Sus senderos te llevan entre monos juguetones, iguanas y perezosos, con vistas al océano que te dejarán sin palabras.
La combinación de bosque tropical y algunas de las playas más hermosas del país hace de Manuel Antonio un lugar que no puede faltar en tu ruta. Un consejo: llega temprano, ya que el parque limita la entrada diaria de visitantes.
Cerca, en Quepos, encontrarás hospedajes y restaurantes para todos los gustos y bolsillos.
2. Monteverde
En las alturas de la Cordillera de Tilarán, el bosque nuboso de Monteverde es un refugio para los amantes de la naturaleza.
Caminar por sus puentes colgantes, suspendidos entre las copas de los árboles, o lanzarte en un tour de canopy es una experiencia única. La Reserva Biológica Monteverde es ideal para observar especies únicas, como el colorido quetzal, un sueño para los aficionados al avistamiento de aves.
No olvides llevar impermeable y ropa abrigada, ya que el clima aquí es más fresco y húmedo que en otras zonas del país.
3. Parque Nacional Tortuguero
Llegar a Tortuguero es una aventura en sí misma: navegarás por canales rodeados de selva, avistando cocodrilos, aves exóticas y monos.
Apodado la “Amazonia de Costa Rica”, este parque es un paraíso para los amantes de la vida silvestre. De julio a octubre, podrás presenciar el desove de tortugas marinas, un espectáculo natural inolvidable.
Al ser una zona más apartada, Tortuguero ofrece una paz única, lejos del ajetreo turístico.
4. Volcán Arenal
Ningún viaje a Costa Rica está completo sin visitar un volcán, y el Arenal es, sin duda, uno de los más impresionantes.
Aunque dejó de estar activo en 2010, su silueta sigue dominando el paisaje. En sus alrededores, puedes relajarte en aguas termales, caminar por senderos llenos de naturaleza o remar en kayak por el Lago Arenal.
La Fortuna, el pueblo cercano, es la base perfecta para explorar la zona. No te pierdas la Catarata de La Fortuna, una cascada que te dejará maravillado.
5. Santa Teresa
Si buscas olas perfectas o simplemente un lugar para desconectar, Santa Teresa, en la Península de Nicoya, es tu destino. Este tranquilo pueblo costero atrae a surfistas y viajeros que buscan calma.
Lejos de los resorts masificados, aquí encontrarás un ambiente relajado, con pequeños alojamientos y restaurantes que sirven comida local y orgánica.
Además de surfear, disfruta de las puestas de sol, practica yoga o explora cascadas cercanas a caballo.
6. Parque Nacional Corcovado
En la remota Península de Osa, Corcovado es un tesoro natural que National Geographic describió como “el lugar más biodiverso del planeta”.
Sus más de 40.000 hectáreas albergan jaguares, tapires, pumas, cuatro especies de monos y más de 400 tipos de aves, incluida la vibrante guacamaya roja. Sus senderos te llevan por selvas vírgenes hasta playas desiertas, ofreciendo una conexión profunda con la naturaleza.
Algunas rutas, como la de Sirena a Los Patos, son desafiantes pero gratificantes. Desde Drake Bay o Puerto Jiménez, puedes organizar tours con guías certificados, obligatorios en ciertas áreas para garantizar tu seguridad.
7. Cahuita y Puerto Viejo
La costa caribeña de Costa Rica tiene un encanto especial, con un ritmo relajado y una rica herencia afrocaribeña.
En Cahuita, el Parque Nacional del mismo nombre te sorprenderá con playas vírgenes, arrecifes de coral perfectos para snorkel y senderos donde verás monos, perezosos y aves.
A pocos kilómetros, Puerto Viejo vibra con un ambiente bohemio, ideal para surfistas y amantes de la buena comida. Prueba el “rice and beans” con coco o el patí, y déjate llevar por su animada vida nocturna y bares frente al mar.
8. Drake Bay
Llegar a Drake Bay, en la Península de Osa, ya es una aventura: ya sea en bote desde Sierpe o en un pequeño avión, te sumergirás en un rincón casi intocado.
Es la puerta de entrada al Parque Nacional Corcovado, pero también un destino en sí mismo. Sus aguas son perfectas para snorkel y buceo, especialmente en la Isla del Caño, donde nadarás con tortugas, mantarrayas y tiburones de arrecife. De julio a noviembre, los tours para ver ballenas jorobadas son imperdibles.
Con eco-lodges y cabinas sencillas, Drake Bay es ideal para desconectar y vivir la naturaleza en su estado más puro.
9. Rincón de la Vieja
En Guanacaste, el Parque Nacional Rincón de la Vieja combina paisajes de selva, actividad geotérmica y aventuras al aire libre.
El volcán activo del mismo nombre crea un entorno único, con fumarolas, pozas de lodo y senderos que te llevan a cascadas como La Cangreja, perfectas para un chapuzón.
Para los más intrépidos, la caminata a la cima del volcán ofrece vistas espectaculares, aunque es exigente. Después de explorar, relájate en las aguas termales naturales de la zona.
10. Tamarindo
En la costa pacífica, Tamarindo es sinónimo de sol, surf y diversión. Este animado balneario en Guanacaste es perfecto para aprender a surfear o disfrutar de sus playas doradas.
Cerca, el Parque Nacional Marino Las Baulas te permite observar el anidamiento de tortugas baulas entre octubre y abril. Con una amplia oferta de hoteles, hostels, restaurantes y bares, Tamarindo tiene algo para todos.
¡Con estos destinos, tu viaje a Costa Rica será una experiencia inolvidable!