El accidente del vuelo de Air India vuelve a situar a Boeing en el centro de las críticas. Justo cuando la compañía estadounidense intentaba superar la crisis de reputación derivada de los problemas con el 737 Max, un Boeing 787 Dreamliner de Air India se estrelló este jueves, atrayendo de nuevo la atención sobre el fabricante. Este siniestro, el primero con víctimas mortales en la historia del 787 Dreamliner, un avión de fuselaje ancho que opera desde 2011, marca un duro golpe para Boeing.
El Boeing 787 Dreamliner es una de las grandes apuestas tecnológicas de la compañía. Su primer vuelo fue en diciembre de 2009, y la aerolínea japonesa All Nippon Airways recibió la primera unidad en 2011. Desde entonces, Boeing ha entregado más de 1.000 aviones de este modelo a aerolíneas de todo el mundo.
El accidente del vuelo 171 de Air India, con destino a Londres, ocurrió poco después de despegar en una zona residencial de Ahmedabad, India. El siniestro dejó 241 fallecidos, todos los ocupantes del avión salvo un único superviviente, que permanece ingresado en un hospital.
La aeronave, entregada a Air India en enero de 2014, había acumulado más de 41.000 horas de vuelo y cerca de 8.000 ciclos de despegue y aterrizaje, según datos de Cirium citados por FlightGlobal. Estas cifras son habituales para un avión de su antigüedad.
Hasta este accidente, el Dreamliner tenía un historial impecable, sin incidentes mortales, lo que lo había consolidado como un avión moderno, eficiente y confiable para rutas de largo alcance.
Este incidente llega en un momento delicado para Boeing, que aún lidia con las consecuencias de los accidentes del 737 Max en 2018 y 2019, en Indonesia y Etiopía, que dejaron 346 víctimas mortales. Esos siniestros destaparon irregularidades en Boeing, como el uso de materiales defectuosos y fallos en el diseño para obtener certificaciones.
En 2024, un Boeing 737 Max de Alaska Airlines sufrió un aterrizaje de emergencia tras perder en vuelo un panel que cubría el espacio de una puerta de emergencia. Este incidente agravó la crisis de imagen de Boeing y afectó significativamente sus ingresos durante la primera mitad del año (Boeing: compensación millonaria a Alaska Airlines por la falla en el 737 Max).
Además, un ingeniero de Boeing denunció en 2024 graves problemas de seguridad en la fabricación del 787 Dreamliner. Ese mismo año, la empresa alcanzó un polémico acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU. para evitar cargos penales por los accidentes del 737 Max.
Japón pide inspecciones a los Boeing 787
Tras el accidente, el Ministerio de Transporte de Japón ordenó a las aerolíneas locales que operan el 787, como All Nippon Airways, Japan Airlines y Zipair Tokyo, que revisen los motores y estructuras de sus aviones, según informó EFE. Por ahora, no se contempla suspender las operaciones de este modelo. Las autoridades indias ya investigan las causas del siniestro, y Japón seguirá de cerca los avances para decidir posibles medidas, según explicó el ministro de Transporte, Hiromasa Nakano, en una rueda de prensa este viernes.
Un avión avanzado y eficiente
El Boeing 787-8 Dreamliner está diseñado para rutas de largo alcance y es muy valorado por su eficiencia. Utiliza materiales compuestos, como plásticos reforzados con fibra de carbono, que reducen su peso en un 20% frente a fuselajes tradicionales, mejorando el consumo de combustible. Incorpora tecnologías avanzadas, como el sistema de visión sintética, que ofrece al piloto imágenes 3D del terreno en condiciones de baja visibilidad, y una aviónica modular que facilita el mantenimiento.
Con capacidad para entre 217 y 323 pasajeros según el modelo (787-8, -9 o -10), este avión de doble pasillo es una referencia en la industria. Cabe destacar que Qatar Airways realizó el mayor pedido de la historia de Boeing, con hasta 210 aviones de fuselaje ancho, incluyendo el mayor pedido de 787 Dreamliner hasta la fecha.