Historia

La construccíón de Machu Picchu

Incrustado en un paisaje extraordinario, entre los Andes peruanos y la cuenca del Amazonas, el Santuario Histórico de Machu Picchu se encuentra entre los mayores logros artísticos y arquitectónicos de la civilización Inca.

Los incas planificaron cuidadosamente la disposición de las estructuras en Machu Picchu para aprovechar al máximo la topografía del terreno. Se cree que el diseño de la ciudadela está alineado con características astronómicas importantes, como los solsticios, lo que sugiere un propósito religioso o ceremonial en su construcción. Además, la disposición de los edificios y las terrazas agrícolas indica una atención meticulosa a la estética y la funcionalidad.

Uno de los aspectos más asombrosos de Machu Picchu es que las piedras se ajustan tan perfectamente que no se utilizó mortero para unirlas. Cada piedra se talló y pulió con precisión, y los lados de las piedras se encajaron de manera que se mantienen en su lugar hasta el día de hoy, a pesar de la actividad sísmica en la región.

Las piedras utilizadas en la construcción de Machu Picchu se extrajeron de canteras cercanas y luego se transportaron a la cima de la montaña. Se cree que se utilizaron rodillos de madera y cuerdas para arrastrar las piedras por pendientes empinadas, y se levantaron mediante sistemas de poleas y andamios.

Los incas eran expertos en la construcción de sistemas de irrigación y acueductos para abastecer de agua a la ciudadela. Canales de agua y fuentes proporcionaban agua potable y se utilizaban para el riego de las terrazas agrícolas.

Entre las estructuras más notables de Machu Picchu se encuentra el Templo del Sol, la Habitación de las Tres Ventanas, el Intihuatana (un monumento astronómico), y el Templo Principal. Cada uno de estos edificios tenía una función específica, ya sea religiosa, ceremonial o administrativa.

Las terrazas escalonadas, conocidas como andenes, no solo servían para el cultivo de alimentos, sino que también tenían un propósito estructural al ayudar a prevenir deslizamientos de tierra y erosionar la montaña. Además, proporcionaban una base estable para la construcción de edificios.

Las piedras utilizadas en la construcción de Machu Picchu se obtuvieron localmente, lo que incluye la piedra caliza y la granítica. La cantera de granito está ubicada en la misma montaña, mientras que la piedra caliza se extrajo de canteras cercanas al río Urubamba.

Machu Picchu cuenta con alrededor de 200 edificios que se construyeron a base de piedras talladas que encajaban perfectamente entre sí. Muchos de estos edificios se construyeron con piedras rectangulares que tenían 8 esquinas y 6 lados. Sin embargo, la arquitectura inca es más conocida por sus piedras poligonales utilizadas en muchos edificios religiosos (ejemplo: la pared de un templo en Machu Picchu tiene nada más y nada menos que 33 esquinas).

¿De dónde sacaron las piedras para la construcción de Machu Picchu?

El granito gris utilizado para construir Machu Picchu estaba ampliamente disponible en la zona. Los pedazos de piedra más pequeños se desprendieron y quedaron disponibles para la construcción de la ciudad debido fundamentalmente a los terremotos. Además, las pìedras más grandes se extrajeron del lecho rocoso golpeando grietas naturales que ya existían allí.

Transportar estas rocas al sitio de construcción representó un gran desafío. Las rocas más pequeñas fueron transportadas por llamas (que eran animales utilizados para carga, pero no eran especialmente fuertes, de modo que podían cargar unos 45 kg, y si se las forzaba con cargas más pesadas se negaban a moverse).

Las grandes rocas de granito tenían que ser arrastradas por hombres utilizando cuerdas tejidas para tirar y palancas para empujarlos hasta el sitio de construcción. Estos trabajadores eran jornaleros que pagaban impuestos trabajando, y obtenían ropa, atención médica, educación y comida a cambio de su trabajo.

Tras llevar las rocas al lugar, los albañiles les daban forma golpeándolos con otras rocas, aplanándolos y creando bordes y esquinas suaves para que cada pieza se entrelazara con la siguiente para crear una pared. La habilidad de los incas para dar forma a un bloque de roca poligonal y encajarlo con tanta precisión contra otro es notable teniendo en cuenta que no utilizaban mortero ni cemento. Los albañiles incas más expertos moldeaban bloques de piedra con hachas de piedra, cantos rodados de obsidiana y alisaban los bordes con arena.

Como en otras ciudades incas, en Machu Picchu se siguió el patrón arquitectónico religioso de construcción de pirámides truncadas. Los edificios contenían habitaciones rectangulares con paredes de tamaño irregular, su techo estaba hecho de troncos de madera y cubierto con paja. 

Hoy, con el paso de los siglos, los edificios ya no tienen techo. La única construcción con un muro semicircular es el Templo del Sol, que fue la edificación más importante de Machu Picchu. Los sacerdotes observaban allí cómo las sombras del sol se proyectaban a través de las ventanas creando una conexión espiritual con Inti. Otros monumentos significativos son la piedra del Intihuatana, la Sala de las Tres Ventanas, las fuentes o estanques de agua, el Mausoleo Real y la Residencia del Sacerdote.

La construcción de Machu Picchu es un testimonio de la habilidad y la destreza de los incas en la arquitectura y la ingeniería. Su capacidad para adaptarse a las condiciones extremas de la montaña y su profundo conocimiento de la topografía y la astronomía se reflejan en esta asombrosa ciudadela, que sigue asombrando a visitantes de todo el mundo.

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